La estrategia educativa del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), plantea como principio el desafío de trabajar con la diversidad de estilos de aprendizaje y habilidades individuales que pueden presentarse entre los alumnos de una clase.
Se trata de una estrategia con características particulares, donde el punto de partida es un problema o proyecto real, que deberá ser resuelto por los alumnos trabajando en equipos o grupos, bajo condiciones particulares como:
- Aplicar criterios de diseño establecidos.
- Interactuar siempre de forma colaborativa.
- Cumplir con un rol y objetivo individual dentro de cada equipo.
- Autonomía en el desarrollo, pero con supervisión por parte del guía o profesor.
Como es evidente, todo esto lleva al guía de D&T a vivir un proceso, cuyo inicio se desenvuelve en un estado de emoción positiva y reflexión hacia el método que gradualmente podría llegar a ser complejo, a medida que cada uno de los proyectos se van desarrollando.
No es extraño que surjan dudas en el guía de D&T como:
- ¿Qué debo hacer para interactuar con cada alumno?
- ¿Cómo supervisar el desarrollo de cada proyecto al mismo tiempo?
- ¿Cómo establecer tareas y evaluar el trabajo de los estudiantes mientras se está desarrollando un proyecto?
Peor aún, si ya ha transcurrido suficiente tiempo, es posible que el guía de D&T sienta que “la clase se encuentra fuera de control”, que los proyectos no están avanzando como se había planeado y tal vez que ya es demasiado tarde para realizar cambios.
Si sientes que vives esto en tu propia clase, te tenemos buenas noticias: ya eres parte del grupo de profesores que están transformando la forma de trabajar en su clase.
Es importante que tomes en cuenta que es natural sentir un poco de miedo ante una nueva forma de trabajo, e incluso sentir que se pierde por momentos el control; en estos casos te aconsejamos —y para que lo tomes en cuenta también hacia tus alumnos— que no te atemorices por llegar a un punto sin retorno o por cometer errores; lo importante es reflexionar y pensar alternativas para solucionar cada problema.
A continuación te presentamos cuatro tips para gestionar una clase basada en proyectos que podrán ser de utilidad frente a situaciones difíciles:
- Mantén el trabajo autónomo y el sentido de propiedad del proyecto en los alumnos mientras estableces claridad en la estructura de su trabajo, para ello:
- Sigue el orden de las etapas de cada proyecto o práctica que se proponen en la guía del profesor y realiza las adaptaciones que consideres convenientes; recuerda que buscamos que los alumnos sean “chefs creadores” y no “cocineros que siguen una receta”.
- Ten cuidado con el manejo de los tiempos de inicio, desarrollo y cierre, esto ayudará a evitar que los alumnos se entretengan demasiado en alguna etapa y puedan conseguir el producto que desean obtener. Aplica con tus alumnos y ten en cuenta lo siguiente:
- Observar, escuchar y aprender. Aplica en una primera fase el propósito y la situación de cada proyecto o práctica, aprópiate de él y desarrolla la capacidad de transmitirlo a otros.
- Preguntar hasta el cansancio. Preguntarse todo sobre el proyecto, compartir las preguntas en equipo y/o con otros miembros de la clase.
- Comprender. La experiencia de investigación y desarrollo inicia con la comprensión de la situación del proyecto.
- Explorar ideas. Los alumnos tendrán que aplicar el conocimiento adquirido para formular una solución y crear el prototipo o idea que deben hacer.
- Desarrollar un prototipo o idea. En esta fase los alumnos tendrán que “crear” un objeto digital, un producto tangible, una pieza de arte o un objeto de ingeniería. Puede ser también una acción, evento o sistema.
- Autoevaluar. Identificar lo que funciona o es mejorable del prototipo y corregir las fallas.
- Comunicar. Presentar el trabajo ante una audiencia, cuando el trabajo ha concluido deberá presentarse para mostrarle al mundo cómo es que funciona la idea o el objeto desarrollado.
- Cada alumno y cada grupo requiere una guía, no importa si trabajas con estudiantes de seis o 17 años, el Aprendizaje Basado en Proyectos requiere tener actividades que especifiquen lo que se va a aprender, a crear y a compartir, así como saber cuándo se va a concluir; qué obstáculos se encontrarán en el proceso y qué recursos se emplearán para construir la solución. Los materiales y recursos que se incluyen en los proyectos Pinion te permitirán guiar a tus alumnos.
- Conversaciones cortas con los alumnos para revisar el avance de los proyectos. Aplicar, dependiendo de las condiciones, alguna de las siguientes alternativas para dar retroalimentación respecto a sus proyectos:
- Retroalimentación directa. Aplica para orientar al alumno o grupo de manera directa; frecuentemente se presenta por solicitud directa del alumno.
- Reflexión. Se recomienda tener esta conversación con el grupo cada vez que se concluye alguna de las etapas del proyecto. En este caso el guía de D&T hace preguntas para verificar la comprensión.
- Cierre del proyecto. Esta conversación se presenta cuando el docente cuestiona al grupo para confirmar que se comprendió el objetivo del proyecto; se realiza con fines de autoevaluación.
- Seguimiento de sesiones. El guía de D&T no debe gestionar por completo todos los proyectos, para ello debe confiarse a los alumnos la responsabilidad de verificar el avance, autoevaluar el cumplimiento y tomar decisiones para reencaminar el proyecto si es necesario. Tome en cuenta los materiales de la guía del alumno para que registren sus avances en cada proyecto.
Estamos seguros que compartes la idea de que el Aprendizaje Basado en Proyectos ABP es posible, de igual manera, que sabes que tu objetivo es guiar a los estudiantes hacia su propio viaje de aprendizaje.
Como habrás visto, te hemos presentado aquí algunas alternativas para gestionar tu clase orientada a proyectos Pinion. Comparte con nosotros en este mismo espacio tus experiencias en este campo o bien, cuéntanos si estos consejos te han sido de utilidad.
