¿Cómo podemos dar vida a los proyectos que recibimos en un papel? ¿Cómo podemos lograr clases dinámicas y motivantes?
En las últimas décadas —y más en los últimos años— nuestra vida ha cambiado en todos los sentidos, la tecnología nos ha llevado a replantearnos muchos de los paradigmas que teníamos conocidos y probados, esto mismo ha pasado en la educación, ahora las posibilidades de lo que podemos hacer en las escuelas son mas amplias, creativas, y dinámicas, pero el desafío para motivar a los alumnos e interesarlos en lo que queremos enseñar sigue siendo un reto.
En Pinion diseñamos cada proyecto pensando en una situación que pueda atraer a los estudiantes, pero es labor del profesor llevar esa situación a una experiencia de aprendizaje. Para lograrlo, es importante que como profesor te apropies de los proyectos, los hagas tuyos, te emocionen y apasionen, ese sentimiento se va a contagiar en los demás.
Para hacerlo estudia los proyectos primero de forma rápida hasta el final, de tal manera que tengas claro el panorama general, algo así como un “mapeo” de lo que trata el proyecto y después haces el “zoom in” en cada actividad.
Cuando prepares tus clases visualiza a tus estudiantes, piensa en lo que les gusta y lo que no y utiliza ejemplos cercanos a ellos, eso sin duda hará que se sientan más identificados con lo que estás enseñando.
La imaginación es tu mejor aliado, porque además de maestro eres un salvador de animales, un astronauta, un amante del cine, un magnífico cirujano que practica en un simulador antes de operar y hasta un pirata que busca tesoros. Si tú entras al papel, tus alumnos también lo harán y el problema a resolver será un desafío que convoque a los niños y jóvenes con todos tus sentidos.
Algunas recomendaciones que te pueden servir:
- En la medida que puedas, ambienta el salón según la temática que vas a enseñar.
- Lleva a los alumnos a otros espacios como el patio, las canchas, los jardines (recuerda pedir permiso a la dirección y dar instrucciones claras a los estudiantes antes de salir del salón de clases sobre lo que van a hacer).
- Cuando estés en la etapa Diséñalo, puedes ponerles música que les ayude a relajarse e inspirarse, la música clásica es ideal en esos momentos aunque también podrías probar con otros géneros. Si lo haces, modera el volumen, de tal forma que sea una música ambiental y no un ruido que moleste a otros salones.
- Si eres un maestro más intrépido, puedes disfrazarte en la etapa Investígalo y actuar la situación que van a resolver.
Recuerda que el salón de clases es un laboratorio de ideas, tus alumnos son genios creadores en potencia y tú eres el capitán que los va a llevar a ese mundo imaginario que juntos están explorando.
Nunca olvides qué te llevó a elegir esta profesión de maestro, utiliza tu pasión y conocimiento y diviértete aprendiendo y enseñando.
