Contenido

El error, recurso de aprendizaje

contenido¿Cómo te has sentido al cometer un error? ¿Cómo podemos usarlo a nuestro favor?

Recuerdo que en la escuela me causaba mucha ansiedad pensar en que el maestro me preguntara algo y que al contestarle lo hiciera mal, ¿qué iban a pensar los demás? Para muchos adultos, cometer errores o equivocarse frente a otros es una de las peores cosas que puede pasarles; esto se magnifica en los niños, pues quedan en evidencia ante sus compañeros y sienten que son mal vistos por su maestro.

En ocasiones, esta situación no deja huella y pasa, pero en otras es tan importante que nos quita toda intención de arriesgar y proponer ideas nuevas, pues nos provoca sentimientos de fracaso y desmotivación. Por tanto, aprendemos que el error es algo no deseable.

Sin embargo, esta idea ha cambiado en los últimos años, ya que muchos investigadores han llegado a la conclusión de que los errores nos ayudan a aprender, por lo que hay que verlos como una oportunidad de aprendizaje. Algunas ideas que pueden ayudar a nuestros alumnos para que aprendan de sus errores son:

Considerar los errores como una fuente de aprendizaje
Si los estudiantes están conscientes de que su respuesta al problema no fue la correcta, pueden intentar resolverlo de manera más profunda a diferencia de alguien que únicamente memorizó las respuestas. Como sus guías, debemos corregir el error y asegurarnos de que ellos reconocen y comprenden por qué se equivocaron.

Corregir y superar los errores mejora su motivación y autoestima
Nuestros alumnos experimentan una sensación de éxito personal cuando logran corregir una respuesta incorrecta. Su autoestima aumenta porque ven cómo su esfuerzo ha valido la pena y que sus habilidades son mejores. Esa experiencia los hace más persistentes, los motiva a esforzarse más en cada reto, pues saben que serán capaces de superarlo.

Aprovechar los errores
Los errores no son una simple respuesta equivocada, son mucho más que eso. Como guías nos dan una valiosa información sobre cada uno de nuestros alumnos, su situación, si está comprendiendo las instrucciones o requisitos del proyecto, si le han quedado claros los aprendizajes previos, etc. Debemos tomarlos como una base de información que nos será muy relevante para estructurar las futuras sesiones, de manera que el alumno tenga un mejor desarrollo.

Permitir los errores en clase
Para que el alumno aprenda del error primero debe cometerlo. Suena extraño, pero debemos dejarle claro que en clase puede cometerlos porque es parte del aprendizaje y lo importante es la manera de gestionarlos. Debemos crear en el salón un clima de confianza, animarlos a que no abandonen su proyecto y que sigan buscando la solución adecuada, de manera que la recompensa por el aprendizaje siga siendo el foco de atención. Nuestro objetivo es que los alumnos sepan que no sólo necesitan “permiso” para equivocarse, sino que deben sentir y saber que está bien cometer errores y que ésa es también una forma de aprendizaje.

Ofrecer retroalimentación en el momento
Estar atentos del avance de nuestros alumnos es muy importante. Al proporcionarles un seguimiento más cercano, detectamos cuando no han comprendido algo y podemos corregirlo rápidamente, evitando que el pensamiento incorrecto pueda afianzarse. El proceso a seguir sería: realizar la actividad, cometer errores, recibir retroalimentación, reflexionar sobre las observaciones recibidas, volver a intentarlo, lograrlo exitosamente y comunicarlo.

Adquirir el hábito de corregir nuestros errores
Darle a nuestros alumnos la oportunidad de corregir sus errores cuando los cometen, produce en ellos un impacto positivo y se muestran más motivados para seguir aprendiendo. Como sus guías debemos ayudarlos a que aprendan a descubrir por qué se equivocaron (falta de atención, reiteración —repite una acción o respuesta errónea— tiene una idea equivocada desde el comienzo, etc.) esto les ayuda a entender y, por tanto, a modificar sus procesos y hábitos, de manera que terminan con éxito sus proyectos.

Jean Pierre Astolfi (2000) nos dice que quien desea aprender está dispuesto a  arriesgarse a errar. Él también nos dice algo muy cierto “el único que no se equivoca es el que no hace nada”.

Uno de los pasos del pensamiento de diseño utilizado en Pinion es precisamente el aprender de los errores. Te invitamos a recordar nuestro mindset para que lo pongas en práctica.

Captura de pantalla 2019-01-04 a la(s) 18.49.12.png


Imagen destacada obtenida de: https://www.freepik.es/foto-gratis/nino-pequeno-pie-cerca-pizarra-avergonzado_2509593.htm
Referencias: Astolfi, Jean Pierre (2000). El “error”, un medio para enseñar. Díada/SEP Biblioteca
para la actualización del Magisterio, México, 2004, pp. 7 -25.